“Las torres de Nuremberg”, de José Sebastián Tallón, fue uno de mis
primeros libros. Lo recibí como regalo con sólo un año
de edad y, hasta aprender a leer, me dejé hipnotizar por sus dibujos y el recuerdo de los textos leídos por mis padres. Hoy, atando
cabos, comprendo que aquel
libro fue uno de los primeros responsables de mi amor por el dibujo.
Decidí rendirle homenaje con mi propia interpretación de uno
de sus poemas, “El Avaro, el Lagarto y el Sol”.
1 comentario:
Impresionante! He de reconocer que no conozco el libro, pero tu ilustración está llena de misterio.
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